En el cuadro aparecen representadas un grupo de mujeres jóvenes vestidas a modo de campesinas con mantillas y pañuelos en sus cabezas que semejan estar dormitando, a excepción de la anciana de negro que las acompaña, la cual permanece despierta y vigilante. Es la alcahueta (proxeneta). Con el angosto espacio que se refleja en el cuadro, de un compartimento de tren, el pintor trata de simbolizar la imposibilidad de huir del destino. Sin embargo, la alusión a la prostitución se hace de una manera velada, revelándose una gran piedad por parte del autor de cara al tema.5
La pintura fue objeto de críticas positivas y negativas, aunque destacaron especialmente estas últimas entre los ultramoralistas católicos del momento. Algunos de estos se quejaron de que un pintor tan sobresaliente como era Sorolla hubiese «manchado su hermoso y brillante pincel con el hollín de los lupanares», tachando a la obra de indecorosa junto con otras de temática parecida. #
La obra se inserta en la trayectoria del costumbrismo valenciano, cuyo pionero en la segunda mitad del siglo XIX es Bernardo Ferrándiz. El asunto está tratado de forma anecdótica,verosimilitud de la luz naturalista, y detallismo minucioso. Es una obra muy original en cuanto a composición, la vela ocupa la mayor parte del lienzo y su blancura se funde con el verde de la exuberante naturaleza. La luz se filtra a través de las hojas y flores, gran poder magnético de la luz. Pincelada larga y vigorosa. Varias jóvenes, un hombre con un sombrero de paja, una mujer sentada al fondo y un anciano que examina el trabajo cosen la vela para que todo esté a punto para los marineros.
El público al principio no aceptó este cuadro ya que suponía un gran atrevimiento que el protagonista de la obra fuera la vela. El tema tratado no tiene una gran trascendencia, simplemente refleja la faena de una gente humilde en una playa levantina. Sin embargo, en un análisis más profundo se puede observar que la acción de coser la vela es una excusa que le sirve a Sorolla para demostrar su maestría en la representación de los efectos lumínicos y de colores.
Las batas rosas eran frecuentes en las playas valencianas de finales del siglo XIX y principios del XX. Era costumbre que los hijos de obreros y pescadores se bañaran desnudos hasta los cuatro o cinco años edad en la que, aunque los niños seguían bañándose desnudos hasta la adolescencia, las niñas lo hacían vistiendo una bata rosa o blanca.
Sorolla pintó varios lienzos con esta misma temática pero quizás sea en este trabajo de 1916, una de sus obras maestras, donde el artista alcanza su mayor madurez afianzándose plenamente como el "pintor de la luz".
Joaquin Sorolla
Joaquín Sorolla Bastida (Valencia, 27 de febrero de 1863-Cercedilla, 10 de agosto de 1923) fue un pintor español. Artista prolífico, dejó más de 2200 obras catalogadas. Su obra madura ha sido etiquetada como impresionista, postimpresionista y luminista.
En 1889, el pintor y su familia se instalaron en Madrid y, en apenas cinco años, Sorolla alcanzaría gran renombre como pintor. En 1894, viajó de nuevo a París, donde desarrolló un estilo pictórico denominado «luminismo», que sería característico de su obra a partir de entonces.
De esta tarea destacan los óleos pintados en 1916 dedicados a niños y mujeres en las playas de Valencia, donde predomina la libertad de pincelada y la luz de su tierra. Algunos ejemplos son Madre e hija o Pescadora valenciana.